El Amazonas, amenazado por un círculo vicioso de sequía y deforestación

Según una investigación que divulga la revista Nature, la estrecha relación entre la deforestación y la sequía amenaza el frágil ciclo del agua de la región.

La selva amazónica se encuentra en riesgo de caer en un círculo vicioso de sequía y deforestación provocado por la acción humana y por la reducción de las precipitaciones en la región, según un estudio publicado este lunes en la revista Nature.

La investigación, liderada por la científica Delphine Clara Zemp del Instituto de Investigación Climática de Potsdam (PIK, por sus siglas en alemán), se realizó a través de un complejo y novedoso análisis de los flujos de agua que permitieron profundizar sobre la estrecha relación existente entre la deforestación y la sequía.

«Por un lado sabemos que la reducción de precipitaciones incrementa el riesgo de deforestación y, por el otro, esta desforestación puede intensificar la sequía en la región», manifestó Zemp.

«Por lo que a mayor sequía menos bosque y a menos bosque mayor sequía y así sucesivamente. Las consecuencias de este círculo vicioso entre las plantas del suelo y la atmósfera que las rodea no está aún clara», añadió.

Pero la científica aseguró que este estudio «proporciona más luces sobre esta cuestión, subrayando el riesgo de que la deforestación esté directamente relacionada con la reducción de precipitaciones».

Aunque el promedio de precipitaciones no varíe drásticamente, la extensión de las sequías afectará al Amazonas y podría finalmente convertirse en una sabana, según las previsiones que arroja la publicación.

«El ciclo del agua en el Amazonas es mezcla de física y biología, pero es además uno de los mayores prodigios de la naturaleza», explicó el coautor Henrique M.J. Barbosa de la Universidad de Sao Paulo (Brasil).

«Aunque el ciclo sea muy poderoso, también es sorprendentemente susceptible a los cambios medioambientales y la acción humana está imponiendo perturbaciones masivas en el Amazonas por la tala de árboles y por los gases de efecto invernadero que reducen la humedad y las precipitaciones y termina afectado hasta las partes inexploradas de la selva», detalló.

Además, el estudio sostiene que una de las fortalezas que tiene la selva para resistir esta amenaza es la diversidad en la vegetación.

«Como cada especie reacciona de una manera diferente, tener una gran diversidad en la vegetación puede significar que el ecosistema resista mejor», afirmó Marina Hirota de la Universidad Federal de Santa Catarina (Brasil), otra de las responsables del estudio.

«Preservar la biodiversidad se convierte no solo en una cuestión de amar a la naturaleza, sino en un elemento estabilizador del sistema terrestre», concluyó.

Por: agencia Efe; Tomado del Espectador – Medio Ambiente 13 Mar 2017

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