La arena: protagonista de un problema ambiental que pocos conocen

Cada vez somos más personas en el mundo. Se calcula que en el 2016, la población del mundo creció un 1,1% más que el año anterior, llegando a los 7.400 millones de personas. Además, de acuerdo a un estudio publicado por la organización Population Reference Bureau (PRB) , de seguir así, se superarán los 10 millones de personas para el 2053; una cifra tan grande como alarmante. Que haya más personas en el mundo requiere de mejores servicios sociales, seguridad alimentaria y, por su puesto, vivienda. Éste es uno de los problemas más primarios, ya que gran parte de las poblaciones del mundo se concentran en las ciudades, donde las posibilidades de acceder a una vivienda digna son cada vez más reducidas.

Construir más casas, además, implica un revés que muy pocas veces es tenido en cuenta: para elaborar el hormigón, con el que tradicionalmente se construyen casas, edificios o incluso carreteras, se utiliza un recurso del que no hablamos casi nada: la arena.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la explotación de arena y grava representa el mayor volumen de extracción de materiales sólidos en todo el mundo. Después del agua, son las materias primas más consumidas, y el ritmo de su extracción excede a la capacidad de recuperación natural, teniendo en cuenta que la arena es formada por procesos erosivos a lo largo de miles de años.

¿Para qué se usa la arena?

Al igual que la grava, la arena se usa sobre todo en la construcción para fabricar hormigón; pero también tiene otras aplicaciones como el vidrio, la electrónica y la aeronáutica.

¿Cómo se extrae?

En zonas costeras, dragándose de ríos y lagos. La arena de la mayor parte de los desiertos no es apta para hacer hormigón porque la erosión natural que sufre hace que los granos tomen una forma difícil de mezclarse.

¿Qué consecuencias tiene la extracción de arena?

  • Impacta sobre los ríos, los deltas, los ecosistemas costeros y marinos; favorece la erosión y reduce los sedimentos.
  • Cuando se draga del fondo del mar, afecta los ecosistemas marinos.
  • Al extraer los sedimentos de los ríos puede causar que el propio lecho del río disminuya drásticamente; o también podría agravar las inundaciones al modificar el cauce del río.
  • Contamina el agua de distintas maneras, por los residuos que deja la maquinaría al dragar y por la remoción de los materiales.
  • Afecta el turismo, la pesca y la agricultura; teniendo consecuencias negativas en las fuentes de ingreso de las comunidades locales.

Casos
En China, del lago Poyang se extraen por año alrededor de 236 millones de metros cúbicos de arena, haciendo que, en algunas zonas, se pueda incluso caminar donde antes había entre 8 y 25 metros de agua.

En Vietnam, por poner otro ejemplo, la minería ha destruido bosques y campos para alcanzar los depósitos de arena subterráneos.

Además, la expansión de las ciudades ha hecho que Dubai y Nueva York importen arena. Y en Inglaterra, activistas denuncian que se quiere extraer arena en alta mar para ampliar el puerto de Dover.

A su vez, el dragado de cursos de agua para extraer arena ha generado, por ejemplo, el derrumbe de un puente en Taiwán y en Portugal.

Los casos se repiten en todo el mundo.

¿Qué puedo hacer?

  • Reducir el consumo de arena, o bien reciclando escombros de hormigón o bien usando materiales de construcción alternativos. También se puede informar y difundir esta problemática.

Aunque algunas compañías piensan que se trata de un recurso «gratis», sus costos ambientales y sociales no son tenidos en cuenta. Por eso es necesario que ciudadanos e instituciones públicas se unan para diseñar estrategias conjuntas que apuesten a cuidar la arena y el agua, y con ellas la riqueza ambiental y la fuente de ingresos de las comunidades del mundo.

Información tomada de La Bioguía. Todos los derechos reservados 2017.


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